05 Ago Rotulación interior: algo más que estética.
De unos años a esta parte se ha puesto muy de moda decorar las paredes y superficies de nuestras casas con bonitos vinilos: los encontramos de todos los tamaños, colores, diseños… Pero la rotulación interior puede ir mucho más allá, siendo algo imprescindible en muchas empresas.
¿Para qué nos puede servir la rotulación?
A parte de su más que conocido uso estético, apenas nos percatamos de que muchos negocios no serían lo mismo si no recurriesen a este tipo de rotulaciones: a veces es necesario identificar y separar espacios, ofrecer información a los clientes, indicar direcciones…
Hay rotulaciones que nos orientan y nos informan sobre dónde podemos localizar una oficina, qué departamentos se ubican en cada planta, o a dónde tenemos que ir a buscar los baños. En este caso un buen diseño gráfico es algo muy valorado, ya que da coherencia a la imagen corporativa de la empresa o negocio: puede incluir el logotipo, los colores corporativos…
Pero también es fundamental seguir las normativas y leyes, así que podemos valernos de estos rótulos para indicar zonas de altos voltajes, que supongan algún tipo de riesgo o peligro… En algunos casos es meramente preventiva, pero también podemos vernos en la necesidad de seguir una codificación estandarizada tal como marcan las normas de seguridad: señalización de salidas de emergencia, extintores, caminos de evacuación…
No te pongas límites
Ni en cuanto a diseños… ¡ni en cuanto a tamaño! Las posibilidades son enormes: desde vinilos con diseños que podemos adherir a cualquier superficie, hasta impresiones en gran formato con las que recubrir paredes enteras de varios metros (en este caso, claro, contaremos con la ayuda de profesionales que se encargan de su instalación).
¿Y si hablamos de materiales? Pues igualmente tenemos ante nosotros muchas posibilidades entre las que elegir la que más se adecúe a nuestras necesidades: lo más frecuente es imprimir sobre diferentes tipos de plásticos o PVC, pero también se hace sobre metacrilato, soportes rígidos como cartón pluma o cartones de panal de abeja de diferentes grosores, vinilos adhesivos…
¡¡Las posibilidades son infinitas!!
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